Zeitgeist

Título original: Zeitgeist, the Movie | Ir al vídeo
Tema: Nuevo Orden Mundial. Evaluación 4.75/5.
Año 2007. Dur: 116′. Producido por Peter Joseph.
Web: http://www.zeitgeistmovie.com.

Zeitgeist” podría interpretarse como el espíritu de nuestra era, y es un documental en tres partes que trata de elaborar una cosmovisión de nuestro tiempo relacionando eventos trascendentes aparentemente inconexos, y que son objeto de un tratamiento más pormenorizado en otros documentales.

Superados los 5 primeros minutos de metáforas visuales que, a mi juicio, son demasiado abstractas para la mente media y que, en todo caso, recomiendo ver una vez visto el documental, entramos de lleno en los tres grandes temas que trata: los mitos como medio de control social, el terrorismo internacional y el negocio de los dueños del mundo. ¿Qué tienen que ver unos con otros?

La mayor historia jamás contada

La primera parte habla del origen de las religiones, y de su papel a lo largo de la historia como instrumento de las élites para controlar a la gente a través de deidades omnipresentes y omnipotentes que vigilan lo que hacemos y nos castigarán si nos desviamos de lo que sus intermediarios dicten que es correcto.

Es muy interesante como el documental traza un paralelismo entre el culto al sol y a las estrellas, y el imaginario católico/cristiano. Lo que más me impactó fue los paralelismos descritos en el documental entre las vidas de los dioses/mesías de diferentes religiones: Nacidos el 25 de diciembre, de una virgen, coincidiendo con la aparición de una estrella en el Este que guió a 3 reyes hasta ellos. Iniciaron su ministerio a los 30 años una vez bautizados, tuvieron 12 discípulos, fueron conocidos como “el Hijo de Dios”, “la Luz” y “La oveja de Dios”; y realizaban milagros como andar sobre las aguas y curar a los enfermos. Fueron traicionados por uno de sus discípulos, crucificados, y resucitaron a los 3 días.

Estas son a grandes rasgos las biografías de Horus (Egipto) y de Jesús (Cristianismo), cuya estructura mitológica comparten también con otras deidades de diferentes culturas y épocas como Attis (Grecia), Krishna (India), Dioniso (Roma) o Mitra (Persia). Según parece, dichos paralelismos se deben a que estos mitos fueron una forma primitiva de transmisión de conocimientos astronómicos. Por ejemplo, los “tres reyes” (¿magos?) es el nombre que han tenido desde la antigüedad las estrellas del cinturón de Orion, que están perfectamente alineadas con Sirio, la estrella más brillante del firmamento, trazando una linea que apunta al lugar exacto por donde sale el sol el día 25 de diciembre.

El mito de la crucifixión también tiene un paralelismo astrológico, ya que vendría a representar el fenómeno que se produce tras el solsticio de invierno cuando la elevación máxima del sol sobre el horizonte alcanza su punto más bajo y, durante 3 días (22, 23 y 24 de diciembre), se estabiliza para volver a ganar altura al cuarto. Esta “muerte y resurrección del astro rey” se producía antigüamente (y volverá a producirse) en la parte del horizonte ocupada por La Cruz del Sur, y anuncia el alargamiento de los días y la llegada de la primavera.

La influencia del culto al sol se extiende por casi toda la mitología cristiana. Así, los 12 discípulos se corresponden con las 12 constelaciones del zodiaco por las que se desplaza el sol al cabo del año, y la cruz de la cristiandad es una simplificación pagana de la cruz del zodiaco (el cruce de solsticios y equinoccios, con el Sol en el centro). Todo parece indicar que la religión judeo-cristiana no sería más que una adaptación de la religión de los antiguos dominadores del pueblo de Israel. La cantidad de paralelismos es impresionante.

Más allá de la lección de antropología de las religiones, la idea fundamental de esta primera parte es que los mitos pueden ser utilizados como medio de control social: al igual que otras religiones teistas, el cristianismo fomenta la sumisión ciega a la autoridad, sustituye la responsabilidad humana por la voluntad de Dios, y justifica los actos más atroces si son cometidos en nombre de la fe (Inquisición, Guerra Santa). Marco Aurelio consideró que la doctrina cristiana era peligrosa para el bienestar del Estado, y dictó una ley castigando al exilio a aquellos que trataran de influir en las mentes de otras personas a través del miedo a la divinidad. Sin embargo, y a pesar de haber sido perseguido desde sus inicios, el cristianismo siguió prosperando y acabó por convertirse en la religión del Emperador Constantino I, inaugurando una nueva era de dominio político a través de la religión que duraría 1600 años, hasta que dejó de ser necesaria.

Todo el Mundo en un escenario

En la segunda parte del documental (36′) se de-construye el mito del ataque del 11-S, concluyendo que en realidad las torres gemelas fueron demolidas y que la comisión del 11S se cerró en falso, sin contestar a preguntas como por qué no hay restos de los motores, el fuselaje y la cabina (incluidos los pasajeros) de los vuelos que se estrellaron, cómo es que algunos de los supuestos secuestradores siguen con vida, o qué clase de relaciones comerciales mantienen las familias Bush y Bin Laden.

Esta segunda parte denuncia que el 11S se utilizó para inocular en la población el miedo hacia una amenaza invisible (¿ocupando el puesto de Dios?) y justificar las guerras de Afganistán e Irak, igual que el hundimiento del Maine sirvió para justificar la guerra Hispano Estadounidense de 1898 en donde perdimos las últimas colonias.

Mal que les pese a los creyentes en la Santa Televisión y a los guardianes de la fe, todo parece indicar que el 11S fue una operación bajo falsa bandera realizada por el gobierno de los EE.UU, y que se enmarca dentro de una conspiración mundial que se está desarrollando de forma encubierta para asumir el control absoluto del poder político del mundo, y eliminar las libertades y derechos civiles.

Según parece, el siglo XXI pasará a la historia como el siglo en el que el terrorismo se convirtió en una técnica utilizada por los gobiernos para promover determinados programas políticos impopulares, aprovechando la cohesión social momentánea producida por el miedo y la agresión exterior, tesis principal del libro “La doctrina del Shock”, de Naomi Klein.

Ignore a los hombres detrás de la cortina

La tercera parte (71′) analiza el papel que juegan la creciente creación de deuda y el dinero fiduciario dentro de este plan, y cómo el pánico de 1907, el cual podría repetirse en breve, fue utilizado para imponer a la opinión pública la necesidad de crear la Reserva Federal.

Como Banco Central de EE.UU, la Reserva Federal tiene el monopolio en el suministro de dinero, que presta al gobierno de los Estados Unidos a crédito, generando una deuda creciente que no se puede pagar (salvo con más dinero prestado). También controla la expansión o contracción de la masa monetaria que determina el valor del dinero, y que utiliza para barrer del mercado a empresas independientes y a los pequeños ahorradores, concentrando el poder económico en las manos de los accionistas de la FED, que son los principales bancos estadounidenses. En definitiva, un sistema para someter a los gobiernos, a la economía y a la gente.

Este fraudulento modelo de Banco Central, similar al que motivó la guerra de la independencia contra el gobierno británico, vulnera la propia Constitución de EE.UU y su coste es equivalente a los ingresos que obtiene el Gobierno mediante el impuesto sobre la renta, un impuesto que también fue creado en 1913, que también vulnera la Constitución y que se cobra pese a no fue aprobado con la mayoría suficiente y no está regulado mediante ley o reglamento alguno, como se ilustra en “America: Freedom to Fascism“.

Para acelerar este proceso de apropiación de la riqueza de las naciones, los grandes cárteres de la banca encontraron en la guerra un medio muy eficiente para extender el poder de los grupos económico – industriales de su propiedad. Se pueden obtener muchos beneficios financiando y equipando a las facciones enfrentadas, de modo que se enfrenten en igualdad de condiciones y se prolongue el conflicto, obligando a los contendientes a “echar el resto” para ganar. A lo largo del siglo XX estos grupos incentivaron guerras entre Estados, llegando a la conclusión de que la estrategia más rentable es mantener el conflicto para mantener los ingresos.

Así es como hemos llegado al nuevo concepto de guerra perpetua, que son las guerras del futuro. Diseñadas para mantenerse en el tiempo, no para ganarse. Sólo así se garantizan los beneficios para la industria armamentística y la banca que financia a los contendientes. Sólo así se desestabilizan las zonas de conflicto y se justifica tanto la reorganización política de los países como la construcción de bases permanentes que sirvan de lanzadera para nuevos ataques preventivos. Así fue en Vietnam, y así es en Iraq y Afganistán.

Un tipo de guerra que no sólo se libra contra naciones, también contra ti. Las nuevas leyes para protegernos contra el terrorismo están diseñadas para reducir y recortar los derechos de los ciudadanos, y limitar tu capacidad de respuesta ante lo que se avecina. Mientras, se inunda la sociedad con formas de entretenimiento diseñadas para mantener la mente distraída de lo que pasa, se última la puesta en funcionamiento de Nuevo Orden Mundial.

La guerra contra el terror es la nueva guerra permanente, y sus victimas serán los ciudadanos de los países autoproclamados como democráticos. Gracias al control de los medios de comunicación, se convencerá a la población de la existencia de un enemigo invisible infiltrado, y se la someterá a un estado constante de miedo que permitirá crear la división necesaria para que los propios ciudadanos sean quienes soliciten la implantación de medidas totalitarias que recorten los derechos y libertades de los demás. Un ejemplo de este tipo de medidas está previsto que sea sustituir el DNI por un chip RFID implantado en el cuerpo que servirá para vigilar a la población y, llegado el caso, para borrar la identidad de los elementos considerados subversivos.

Para llegar a este punto, primero es necesario dividir a la población, motivo por el cual se lleva promoviendo desde hace décadas un modelo cultural centrado en resaltar las diferencias individuales, a pesar de que nunca fuimos tan homogéneos. Quienes construyen imperios lo hacen manipulando a los conquistados, de manera que se dividan y enfrenten hasta destruirse mutuamente mientras los instigadores se lucran. “Divide y vencerás”, es el lema.

Este es el futuro hacia el que nos conducen, si es que quieres darte cuenta de lo que está pasando. Un gobierno mundial centralizado y una economía donde cada aspecto de cada individuo será monitorizado y documentado en tiempo real. Un mundo donde el ser humano será despojado de su capacidad para transformar la realidad que lo rodea, de su dominio sobre sus circunstancias y de su bondad innata. Un mundo donde la sociedad es malvada, y donde todo el mundo es un enemigo al que tenemos que enfrentarnos en solitario.

Sin embargo, por mucho que se adoctrine a la población en la televisión y las escuelas, los seres humanos seguiremos compartiendo con nuestros semejantes las mismas inquietudes, y seguiremos necesitando de los demás tanto como ellos de nosotros para nuestra mutua supervivencia. Una interdependencia más fuerte que cualquier diferencia que pueda separarnos. Cuando seamos conscientes como especie de esta gran verdad, la revolución habrá empezado.

Según veo en la página web, en octubre de 2008 se lanzará Zeitgeist II. Espero impaciente poder verlo.

Posteriormente se lanzó también Zeitgeist III

Imperio Fiduciario – Quien controle el suministro de dinero controlará el mundo

Título original: Fiat Empire | Ir al vídeo
Tema: Sistema bancario. Evaluación 4.25/5.
Año 2007. Dur: 58′. Producido por Matrixx Entertainment Corporation.
Web: http://www.fiatempire.com

Fiduciario (Adj.): Que depende del crédito y confianza que merezca.

Si te gustó el dinero como deuda, “Fiat Empire” también te gustará, y es una excelente continuación de lo que allí se comentaba. En esta ocasión la reflexión se centra sobre el dinero fiduciario y la reserva federal estadounidense.

A pesar de que el nombre puede llevar a engaño, la reserva federal es una empresa privada propiedad de los principales bancos estadounidenses. Algo que no es un impedimento para que esta empresa sea la encargada de supervisar y regular el sistema bancario, controla el suministro de dinero a la economía y decide la política monetaria de EE.UU al margen de las instituciones democráticamente elegidas.

A principio del siglo XX, la mayor parte de la población de Estados Unidos disponía de ahorros gracias a la buena marcha de la economía, hasta tal punto que los bancos veían peligrar su negocio. Para evitar el desastre, los principales banqueros decidieron unir fuerzas para limitar la competición e imponer barreras de entrada al mercado bancario, de modo que sus beneficios quedaran protegidos.

Para ello, propusieron al gobierno de los EE.UU que creara el marco regulatorio necesario para evitar futuras crisis de liquidez, como la producida en 1907, superando la que, entendían, era la principal amenaza a la estabilidad económica: que la cantidad de dinero disponible estaba limitada por el tamaño de las reservas de oro y plata. Al disociar el dinero del bien que respaldaba su valor, los políticos crearon una fuente ilimitada de financiación más ágil y menos impopular que las subidas de impuestos. Siempre que hiciera falta se podrían imprimir más billetes, aunque esto atente contra su propia Constitución. Así nació, en 1913, la Reserva Federal.

Entre las novedosas características de recién aprobado sistema monetario se encontraba la posibilidad de que los bancos pudieran prestar más dinero del que disponen en sus depósitos (sistema fraccional, también en vigor en la Unión Europea), dado que sólo se requiere disponer de una reserva equivalente a una porción del total de los mismos. También permite emitir moneda de curso legal que no esté respaldada por ningún elemento real (dinero fiduciario), que por tanto puede crearse de la nada. Ambos mecanismos permiten incrementar a voluntad la masa monetaria, y resolver el problema de la liquidez.

Aunque este ocurrente sistema pueda resolver los problemas de liquidez, lo hace a coste de generar una alta inflación. Cuando la cantidad de dinero en circulación (masa monetaria) crece por encima del crecimiento de la producción (PIB), el excedente de dinero en los mercados hace que haya más cantidad moneda para representar una misma cantidad de riqueza. Esto, en la práctica, significa que cada vez que se crea e inyecta dinero fiduciario en los mercados, el valor de la moneda se devalua. No es que los precios suban, es que el poder de compra de la moneda disminuye, y hace falta más cantidad para comprar lo mismo, como pasa últimamente en la relación entre el dolar y el petróleo.

Ya sea creando más billetes, o a través de deuda no respaldada íntegramente por depósitos en el banco, el resultado es el mismo, la transferencia de riqueza desde la sociedad hacia quienes tienen el monopolio para crear el dinero. ¿Como pueden las entidades bancarias crear dinero de la nada (mediante créditos) y cobrar intereses por ello? Como dijo Adolft Hitler, “que fortuna para los gobiernos que la gente no piense“.

Considero que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que la fuerzas militares… Si los ciudadanos americanos permiten alguna vez que los bancos privados controlen la emisión de su moneda; primero mediante la inflación, y después mediante la deflación, la banca y las corporaciones que prolifera a su alrededor despojarán a los ciudadanos de toda la propiedad; hasta que sus hijos se despierten sin techo en el continente que sus padres conquistaron. – Thomas Jefferson

El Dinero como Deuda

Título original: Money as Debt | Ir al vídeo
Tema: Sistema bancario internacional. Evaluación 5/5.
Año 2006. Dur: 47′. Producido por Paul Grignon.
Web: http://www.moneyasdebt.net/

Money as Debt” es el documental más completo que he visto sobre el funcionamiento de nuestro actual sistema bancario y monetario. De una forma comprensible y amena se explica la historia de la banca y el dinero desde sus origenes, así como los mecanismos que permiten a la industria bancaria crear dinero a voluntad mediante préstamos. Esta capacidad otorgada a determinadas instituciones privadas para crear “dinero como deuda” es la clave para explicar el crecimiento exponencial (¿e ilimitado?) de la economía, consecuencia del incremento de la producción y explotación de recursos naturales necesaria para respaldar con algo de valor este dinero inyectado artificialmente a la economía y sus intereses. De este modo, la población mundial acaba por convertirse en esclava de su deuda y se ve obligada a sacrificar buena parte de su vida para hacer frente a los intereses mientras el incremento de la masa monetaria, al inyectarse el dinero prestado en la economía, reduce su poder adquisitivo conforme aumenta la cantidad de dinero en circulación (que causa inflación).

También se plantean preguntas muy interesantes respecto al papel qué juegan los gobiernos en el mantenimiento de esta forma de economía, que permite prestar dinero de la nada y cobrar intereses por ello, y por qué prefieren pedir préstamos a los bancos para conseguir financiación adicional cuando pueden imprimir dinero sin interés y los efectos inflaccionistas de ambas medidas son similares. Entre los argumentos más chocantes destaco la idea de que el pago de todas las deudas produciría la mayor crisis económica de la historia.

En la última parte del documental se abordan medidas para reconducir la economía hacia un modelo sostenible, que no necesite expoliar de forma continua y creciente los recursos naturales ni crear una brecha social creciente entre quienes deben y quienes prestan. Una sociedad donde la banca sea servicio social de interés público, controlado por el estado (esto lo añado yo), que ofrezca préstamos sin interés; y donde la gente se organice en sistemas de intercambio local basados en el trueque, como los bancos de tiempo, para hacer frente a la inevitable crisis financiera que hundirá la economía mundial antes o después. Imprescindible.

Después de ver el vídeo, me parece que lo mínimo que debe hacer cualquier persona consciente de las implicaciones del sistema bancario mundial es poner freno a la expansión crediticia mediante dos sencillas acciones: no solicitar créditos y sacar su dinero del sistema bancario. Son acciones al alcance de todos para reducir la demanda de crédito y los depósitos para concederlos.

A partir de ahora, los ahorros habrá que acumularlos en bienes materiales (bienes inmuebles, metales preciosos) o productivos (una vaca); y acostumbrarse a manejar efectivo, ingresando en el banco el dinero justo para pagar las facturas. De este modo, reduciremos la capacidad de los bancos para seguir creando deuda. No creo que sea buena idea guardar los ahorros en efectivo porque la moneda de curso legal no tiene una equivalencia fija con bienes reales, y su valor depende de la confianza que nos merezca, cada día menos (mira como quemaban los billetes para calentarse en las guerra mundial).

Como reflexión final, os dejo una cita del documental:

“There is no means of avoiding the final collapse of a boom brought about by credit expansion. The alternative is only whether the crisis should come sooner as a result of the voluntary abandonment of further credit expansion, or later as a final and total catastrophe of the currency system involved.”


“No hay forma de evitar el colapso total del crecimiento económico sustentado en la expansión crediticia. Lo único que se puede decidir es si la crisis estallará antes como resultado del abandono voluntario de continuar dicha expansión, o después al colapsarse el sistema monetario afectado” – Ludwig von Mises, “Human Action, A Treatise of Economics” Yale University Press, 1949